miércoles, 3 de octubre de 2007

Tras el arándano orgánico

Un grupo de productores de arándanos en transición orgánica de las regiones del Bío Bío y La Araucanía, en conjunto con profesionales de Driscoll's de Chile, efectuó una visita a la Costa Oeste de EE.UU.
El propósito fue conocer las técnicas de producción orgánica de arándanos, determinar la proyección del mercado y comparar los criterios de certificación usados allá con los aplicados en Chile.
Para cumplir con los objetivos de esta misión, que fue cofinanciada a través de un proyecto de Innova, se visitaron productores de Washington, Oregon y California que comercializan sus arándanos orgánicos con Driscoll's. Muy ilustrativa fue la vista a supermercados especializados en la venta de productos orgánicos, como la cadena Whole Food, líder en este aspecto. Desde el punto de vista técnico, la visita a los ensayos de producción orgánica de la Universidad de Oregon, llevados en la Estación de Investigación en North Willamette por el Dr. Wei Yang, fueron un referente válido acerca de las dificultades que existe tanto allá como en Chile para cultivar con éxito arándanos orgánicos.

En las instalaciones de Driscoll's Strawberries, en Watsonville, California, se vio el gran volumen de frutillas, frambuesas y moras orgánicas que se comercializa en EE.UU., siendo el arándano la tarea por desarrollar y así tener proporcionalmente los mismos niveles de producción orgánica que otros berries.

Mercado amplio

La sensación que resumió esta visita fue que el mercado de arándano orgánico es más amplio de lo que se creía, que si bien hay un sobreprecio en relación al producto convencional, este es muy variable durante la temporada, lo que hace difícil tener una cifra promedio que sea representativa. Desde el punto de vista agronómico los problemas que enfrentan los productores estadounidenses son similares a los nuestros: disponibilidad de fuentes de nitrógeno orgánico y el control de malezas. Y las soluciones son también similares: uso de harinas de sangre, extractos líquidos de harina de pescado y compost para el aporte de nitrógeno. Mulch plástico, cubiertas vegetales y pulverizaciones de mezclas con vinagre para el control de las malezas.

Respecto a las certificaciones, llamó la atención lo expedito y sencillo que les resulta a los productores estadounidenses trabajar el protocolo orgánico. Quizás por su mentalidad más pragmática y ejecutiva, la validación de insumos orgánicos es muy rápida; y las exigencias complementarias, como los corredores biológicos y otras medidas de carácter más bien ecologistas, no son determinantes a la hora de certificarse. Todo esto conlleva a que la certificación sea un proceso fluido y sin las ambigüedades de las que se quejan muchos productores orgánicos o en vías de serlo, aquí en Chile.

Cada día son más los productores interesados en la producción orgánica de diversos cultivos, entre ellos los arándanos. Pero el cambio implica dificultades agronómicas y administrativas que es necesario evaluar a priori, y que se deben contrastar con el potencial premio que se espera: un mejor precio.

Fuente: Campo Sureño, Diario Austral